Capítulo de Podcast · Reflexión

Tenemos que hablar de los padres de Kevin. Reflexiones sobre la historia de “Tenemos que hablar de Kevin”.

La semana pasada tuvimos la oportunidad de analizar algunos aspectos que fueron labrando poco a poco el camino hacia la villanía del personaje del libro «Tenemos que hablar de Kevin» del escritor Lionel Shriver, publicado en el 2003; sin embargo, consideraba relevante que pudiéramos revisar una vez más esta historia para así poder puntualizar cuáles fueron los errores que como pareja cometieron tanto Eva como Franklin en la consolidación de su familia.

A continuación voy a nombrarlos de manera puntual:

  1. Falta de acuerdos en su proyecto de vida: Pese a tomar la decisión de compartir sus vidas, ni Eva, ni su esposo Franklin, llegaron a ponerse de acuerdo en aspectos fundamentales del matrimonio como el interés por tener hijos o incluso el establecer un lugar de vivienda que fuera del agrado de ambos. Al no hablar sobre las expectativas que tenían de su matrimonio fueron tomando decisiones por su cuenta, sin la empatía suficiente para poder elegir un punto medio que les funcionara para apoyar su relación.
  2. Falta de apoyo como pareja: La historia permite apreciar las consecuencias de no dar suficiente apoyo posparto, empatía o comprensión a tu pareja una vez ingresa un nuevo ser a la familia. Este aspecto, sin duda alguna hubiera constituido un cambio a la historia de vida de Kevin, Eva y Franklin. Al contrario, las altas expectativas con respecto al papel de una madre primeriza significaron el inicio de un quiebre en la relación de Eva y Franklin.
  3. Escasa o nula comunicación en pareja: Durante el desarrollo de Kevin no se comunicaron para establecer reglas de la casa, ni definieron un estilo de educación que funcionara para ambos y que apoyara el desarrollo adecuado de sus hijos. Pese a que Franklin se dedicaba a leer libros de paternidad, decidió poner en practica muy poco de sí mismo y de lo aprendido a través de ellos.
  4. No se promovía rituales en familia: Aunque no es tan evidente como el resto de puntos, ciertamente a través de las cartas que Eva escribe a Franklin se puede evidenciar que no existían rituales familiares que permitieran compartir a toda la familia y conocerse entre ellos. No tenían viajes en familia, no desayunaban, ni cenaban juntos, aunque lo hubiesen podido hacer, de modo que los hijos de esta familia no tenían espacios de convivencia conjunta con ambos padres en donde pudieran sentirse escuchados y atendidos o al menos, sentirse parte de un todo a nivel familiar.
  5. Los padres tomaron partido por cada uno de sus hijos: Como consecuencia del rechazo inicial que Eva tuvo con Kevin, Franklin decidió equilibrar la balanza aliándose con su hijo, lo cual, llevó a Eva a sentirse rechazada y aislada en su propio hogar, algo que la llevó a tomar la pésima decisión de quedar embarazada sin el consentimiento de su esposo y por supuesto, al nacer su hija Celia, Franklin naturalmente la rechazó por la traición experimentada y evitar a su vez «traicionar» a su primer hijo, como si de un enfrentamiento se tratara.
  6. No lograron mantenerse en alto como pareja: En definitiva, cada uno de los aspectos vistos hasta ahora fueron resquebrajando la relación matrimonial de esta familia, haciendo (o como consecuencia de) que, en definitiva ni Eva ni Franklin llegaran a considerarse como una prioridad, ya no había complicidad y apoyo mutuo, solo desconfianza. Su relación debía seguir siendo lo primero, pero, poco a poco, fue quedando en ultimo lugar, dando prioridad a sus hijos y poniendo en ellos la responsabilidad de su unión marital, lo que pudo haber afianzado aun más los malos comportamientos de Kevin que podrían estar hablando más del entorno inestable en el que estaba creciendo, que de cualquier otro tipo de condición innata.

Lamentablemente, nunca sabremos qué hubiera pasado si ambos se hubieran podido encontrar a mitad de camino en sus decisiones de pareja, pero es un excelente ejemplo para analizar cada uno de sus desaciertos a la vista de lo que se podría mejorar en una relación matrimonial.

Recuerda que puedes seguir este episodio a través de Spotify o de mi canal de Youtube, en el que ampliaré mucho más cada uno de estos puntos.

¡Hasta pronto Freelover!

2 respuestas a “Tenemos que hablar de los padres de Kevin. Reflexiones sobre la historia de “Tenemos que hablar de Kevin”.

  1. Total, que mejor no hubieran tenido hijos o bien que antes de hacerlo hubieran ido a terapia… lo de siempre. ¡Qué desgracia! A ver cuándo encuentro un hueco para verla. Ahora ya seguro. No estoy muy peliculera últimamente, en realidad desde el 2015. Tampoco las series me llenan y he sido de ver muuuuuchas pero no. Igualmente, al ser un tema que me interesa sobremanera, seguro que encuentro cómo encastrarla. Gracias Angela! Un abrazo

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