De Acróstico y el amor incondicional

Hoy quería finalmente dar por terminado el análisis sobre “Los cinco lenguajes del amor” del que ya he venido hablando en las últimas entregas, sin embargo, han pasado diferentes acontecimientos que me han llevado a que, en esta oportunidad, toquemos un tema dedicado al papel de la educación familiar en la crianza de los hijos, cuando una familia se transforma debido a la separación entre los padres. El domingo 14 de mayo se celebraba el día de las madres en Colombia y al mismo tiempo Shakira publicaba su última canción que, personalmente, me ha tocado fibras dado el significado de su letra, la cual me gustaría analizar a continuación para aprender sobre el poder del amor en la superación de los acontecimientos familiares que marcan una ruptura.

Esta canción tiene un título particular “Acróstico” que significa que se trata de una composición poética conformada por versos en los que las letras iniciales, medias o finales forman un vocablo o una frase y efectivamente, esta canción es un acróstico realizado por Shakira con las iniciales de la letra de sus hijos: Milán y Sasha. Es una canción que se siente que ha sido sacada desde el amor que la artista tiene por ellos y que, además, parece intentar permitirles hacer un cierre como familia a este capítulo que han vivido.

La letra inicia así:

Este primer párrafo, compuesto por las iniciales del nombre del hijo mayor de Shakira, nos da a entender que se trata de un mensaje específico para Milán. Menciona para empezar que aprendió gracias a él, siendo su primer hijo, lo que significa el amor verdadero y no hay nada más cierto que decir que cuando el amor es real no se acaba; puede transformarse, puede ser más intenso o menos intenso dependiendo de ciertos momentos, pero siempre está allí, incluso detrás de nuestra rabia y rencor, escondido para salir cuando decidamos volver a reconocerlo.

La segunda frase, cuando menciona que ha intentado no mostrarle esa vulnerabilidad y el dolor que ha experimentado por la separación, confirma que su intención no ha sido herirlo, a él ni a si hermano, emocionalmente ni hacer que tomen partido en una situación de adultos, especialmente, siendo él, su hijo mayor, quien seguro es el que más comprende la situación y estaría más inclinado a verse afectado.

La tercera y cuarta frase, muestran cómo el sueño de crear una familia es siempre pensar en que existirá una unión perdurable en el tiempo, pese a los obstáculos que se presenten, sin embargo, el “no llegar” puede ocurrir cuando dos caminos que iban juntos terminan separándose por circunstancias irreconciliables como puede ser una traición, un engaño o una humillación (más aún cuando es pública como lo ha sido en este caso).

La última frase que completa el nombre de Milán, es una invitación clara hacia su hijo para que no se guarde sus sentimientos y es que es mejor hablar de lo que se experimenta con quienes queremos, que guardarnos el dolor o el enojo para sí, pues es bien sabido que no expresar estas emociones impide su gestión adecuada y puede conducir a que se desencadenen dificultades mayores a futuro, por lo que bien puedes expresar a quienes quieres cómo te sientes hablándolo, personificándolo, como en un juego de roles, dibujándolo, escribiéndolo o incluso, como en este caso, cantándolo.

Lo que sigue a esto dice:

En este apartado, la artista nuevamente menciona la intención de ser fuerte por sus hijos, pese a lo que haya podido ocurrir y es que es un acierto no volver a mencionar lo que pasó para enfocarse en lo que sucede ahora y lo que está a punto de emprender junto a ellos (el viaje y la mudanza a un nuevo país). El amor por los hijos es algo que puede perdurar en el tiempo y es aquello que puede ayudarla a salir adelante pese a las circunstancias. No se trata de poner de pilar emocional a tus hijos, como en alguna ocasión he escuchado decir, se trata de transformar el dolor en amor y rescatar de una mala experiencia aquello que aún sigue vigente y persistirá. 

Cuando una pareja se rompe, su relación cambia, dejan de ser esposos, novios y en general, deben dejar de verse como figuras románticas el uno al otro, pero cuando se tienen hijos en común, es fundamental reconocer que su relación como padres será para siempre ya que los hijos no cortan, ni se separan de sus padres. Los hijos necesitan seguir siendo hijos, sentir involucrados a sus padres y verlos trabajar como un equipo a partir de este punto.

Es por esto que una ruptura familiar como lo es una separación es tan difícil de gestionar sin el apoyo necesario de un terapeuta, pues en lo profundo hay emociones intensas que pueden llegar a afectar el resto de relaciones que la familia mantiene entre sí, la unión que deben tener como familia se trastoca y es importante volver a afianzarla para evitar perderla y con esto, afectar aún más a los menores de edad fruto de esa pareja.

Ahora, en el mensaje a su hijo menor, Shakira menciona otras frases que nos indican que, en efecto, cada uno ha vivido esta ruptura desde posturas específicamente propias de su personalidad, edad y madurez emocional:

Casi que podemos interpretar que su hijo menor sí que ha tomado una postura de apoyo bastante marcada hacia su madre, por lo que ella intenta apaciguar lo ocurrido y hacerle un llamado al perdón, al mencionar que pese a que este acontecimiento ha sido grande, debe recordar que aún se tienen como familia. Además, hay una frase que vale la pena reconocer ya que como padres también podemos enseñarle a nuestros hijos desde nuestros propios errores o limitaciones, pero para hacerlo debemos reconocer qué cosas nos cuestan un poco más. Con esto, me refiero a la frase en la que ella acepta que no sabe “poner la otra mejilla”, aludiendo a la enseñanza religiosa de no responder mal ante un mal que te hayan hecho.

Me gustaría tomar un momento para reconocer la importancia que tiene el aceptar nuestros propios errores y limitaciones a nuestros hijos, pues ellos nos ven como su referencia ante el mundo y es posible que nos idealicen al punto de creer que nuestra palabra y ejemplo es ley de vida, lo cual, puede tener repercusiones importantes si no sabemos trasmitirles buenas enseñanzas en su educación. Aprender a ser padre también implica, aprender a equivocarse, a perdonarse y ofrecer perdón a nuestros hijos por nuestras equivocaciones tantas veces como debamos, llegando a intentar ser mejores a futuro, ya que con esto, les estaremos enseñando que está bien equivocarse igualmente, siempre que aprendan del error y lo hagan mejor a futuro.

En la segunda y tercera frase, Shakira recuerda a su hijo que existe una manera correcta de gestionar los conflictos, que el más inteligente no es “quien gana la pelea”, sino aquel que aprende a perdonar y a saber expresar amor incluso en momentos de dolor. Igualmente, es fundamental reconocer que si bien el amor cambia, los conflictos aparecen y las cosas pueden dañarse en una familia, los problemas deben saber gestionarse para recuperar la relación y no dar todo por terminado, pues al final la familia es aquello que puedes decidir conservar o botar, pero siempre es mejor luchar antes que emprender la huida.

Finalmente, las dos últimas frases, le recuerdan al hijo menor que la vida es para disfrutarla y que no debe perder esa forma de reír incluso en los momentos de dolor, algo que sin duda es bastante acertado de recordar para alguien que es tan pequeño y que puede aún no saber cómo lidiar con el dolor y la pérdida (o la transformación familiar).

El último párrafo de la canción concluye:

Invitando a sus hijos a no temer el llegar a amar a alguien como su madre lo ha hecho con su padre, pues en este caso, no hay nada que se pueda hacer con el pasado, el futuro es incierto y solo hay que saber confiar en la bondad de las personas, evitando cerrarse emocionalmente para no sufrir. Los padres deben saber que con su relación también han dejado una enseñanza de vida a sus hijos y dependiendo de cómo puedan explicarles y gestionar lo ocurrido, ellos podrían llegar a repetir o no sus errores en sus relaciones afectivas futuras.

En este caso, una ruptura familiar puede ser una oportunidad para enseñar a los menores de la familia que es posible seguir amándose pese a la separación, que las relaciones cambiarán pero no necesariamente se perderán y que no hay que temer lanzarse al agua y amar, por temor a ahogarse o lastimarse en el proceso, pues bien dice una cita del poeta inglés Alfred Tennyson que suele aparecer cada cierto tiempo: «Es mejor haber amado y perdido, que nunca haber amado».

Recuerda que puedes seguir este análisis a través de Spotify o YouTube. No dudes en dejarme tus opiniones al respecto, que estaré encantanda de leerlas.

¡Hasta pronto Freelover!