Capítulo de Podcast · Reflexión

Milagros Inesperados: La Sensibilidad como Fuerza Poderosa

En el inmenso mundo del cine basado en libros de autores como Stephen King, hay películas que no solo entretienen, sino que también exploran la complejidad humana y abordan temas profundos. «Milagros Inesperados», conocida también como «La milla verde» (1999), es una de esas obras que resuena en el corazón de quienes la ven. Y al sumergirnos en la historia de John Coffey, interpretado magistralmente por el actor Michael Clarke Duncan, no podemos dejar de reflexionar sobre la sensibilidad humana y su relación con lo que hoy entendemos como Personas Altamente Sensibles (PAS).

La trama de la pelicula nos lleva a un corredor de la muerte en una penitenciaría del sur de Estados Unidos durante la Gran Depresión. Allí, un guardia llamado Paul Edgecomb, interpretado por Tom Hanks, se encuentra con un hombre gigantesco y aparentemente simple, John Coffey, quien está condenado por un crimen que no cometió. A medida que avanza la historia, descubrimos que Coffey posee un don extraordinario: la capacidad de curar a las personas con solo tocarlas.

Este don de John Coffey no es solo una herramienta narrativa para la trama, sino que también nos invita a reflexionar sobre la sensibilidad humana en su forma más pura. Las Personas Altamente Sensibles, como se denomina en la actualidad a aquellos individuos que tienen un sistema nervioso más receptivo y reaccionan de manera más intensa a estímulos sensoriales, emocionales o cognitivos, podrían encontrar en Coffey un símbolo de su propia experiencia.

¿De dónde surge el término Persona Altamente Sensible?

El término «Persona Altamente Sensible» (PAS) surgió a partir de la investigación y trabajo de la psicóloga Elaine Aron. En la década de 1990, Aron comenzó a estudiar un grupo de personas que parecían tener una sensibilidad emocional y sensorial más intensa que la media. Estos individuos parecían ser más propensos a reaccionar de manera profunda a estímulos externos, como luces brillantes, ruidos fuertes o cambios emocionales en su entorno.

Aron desarrolló la teoría de la alta sensibilidad como una característica de la personalidad que abarca aproximadamente al 20% de la población. Ella argumenta que ser altamente sensible es una característica innata, y no un trastorno o enfermedad.

En su libro «The Highly Sensitive Person» (1996), Aron detalla las características de las personas altamente sensibles y cómo esta sensibilidad puede influir en diversos aspectos de sus vidas, desde las relaciones interpersonales hasta el trabajo y la salud mental. Propuso que esta sensibilidad puede ser una fortaleza en lugar de una debilidad, y que entender y aceptar esta característica puede llevar a una mayor autoconciencia y bienestar emocional.

El trabajo de Aron ha sido influyente en el campo de la psicología y ha generado un interés significativo en comprender y apoyar a las personas altamente sensibles. Otros autores y profesionales, como Ted Zeff y Susan Cain, también han contribuido al estudio y la difusión de información sobre la alta sensibilidad. En conjunto, estos estudios han ayudado a legitimar la experiencia de las personas altamente sensibles y a proporcionar estrategias para sobrellevar los desafíos y aprovechar las fortalezas asociadas con esta característica de la personalidad.

Regresando a nuestro análisis en la historia de «Milagros Inesperados», Jhon Coffey, con su gran tamaño y fuerza física, contrasta poderosamente con su sensibilidad y compasión. Su capacidad para sentir profundamente el sufrimiento de los demás y aliviarlo con su toque es un recordatorio de la riqueza emocional que puede acompañar a la sensibilidad extrema.

En la vida real, las Personas Altamente Sensibles pueden experimentar el mundo de manera más intensa, siendo más susceptibles a las emociones de los demás y a los estímulos ambientales. Al igual que Coffey, pueden sentir el sufrimiento ajeno de manera visceral, lo que los lleva a desempeñar roles de apoyo y compasión en sus comunidades.

Sin embargo, al igual que en la película, la sensibilidad extrema también puede ser una carga. Coffey sufre profundamente por el dolor que ve en el mundo, y las Personas Altamente Sensibles pueden enfrentarse a desafíos similares al lidiar con la sobrecarga emocional y sensorial.

A medida que reflexionamos sobre la historia de «Milagros Inesperados» y la experiencia de las Personas Altamente Sensibles, nos encontramos con una verdad fundamental: la sensibilidad no es una debilidad, sino una fuerza poderosa que puede traer curación y compasión al mundo. Al abrazar nuestra sensibilidad y comprenderla en un contexto más amplio, podemos aprender a canalizar su poder para el bien, al igual que John Coffey en su búsqueda de hacer el bien en un mundo lleno de dolor y sufrimiento.

En última instancia, «Milagros Inesperados» nos recuerda que la sensibilidad es un regalo, y que al abrazarla plenamente, podemos encontrar la fuerza para marcar una diferencia, tal como lo hizo John Coffey en su milla verde.

Te invito a que me acompañes hoy en esta nueva entrega, en donde además te compartiré un poco más sobre las características de las Personas Altamente Sensibles, junto a algunas recomendaciones para desarrollar nuestra empatía y seguir compartiendo el milagro de la sensibilidad con el resto del mundo. Nos vemos a través de Spotify y de mi canal de YouTube.

¡Hasta pronto Freelover!

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