La semana pasada estuvimos viendo un capítulo del Libro “Encuentra a tu persona vitamina” de la Doctora Marian Rojas Estapé. Un libro que me atrapó en su lectura y del cual prometí que haría una reseña, pensando que aproximadamente lo terminaría en 15 días (dada mi escaso “tiempo libre” actual); no obstante, en realidad me ha tomado mucho menos que eso poder finalizarlo completamente y como, además, no quiero “dejar enfriar” este tema, hoy voy a concluirlo brindando mi opinión sobre su enfoque central: Las personas vitamina.
Antes de empezar, debo decir que, si bien me encantó cada apartado y reconozco que me ha quedado bastante clara la secuencia de temas que la Dra. Marian ha ido describiendo en un lenguaje menos técnico para la comprensión de todos aquellos que no estén familiarizados con el mundo de la neuropsicología y la psiquiatría, tal vez, por las expectativas que genera el título, llegué a creer que el apartado dedicado a las “personas vitamina” sería mucho más extenso y ejemplificante; sin embargo, a su vez, esto me ha impulsado a analizar el día de hoy en mayor medida de qué se trata el ser o no una “Persona Vitamina”.
Precisamente pensando en esto recordé una película (que además es un libro, publicado en 1999, que me gustó igualmente en su momento) llamada “The Perks of Being a Wallflower”, “Las ventajas de ser invisible” en latinoamérica o “Las ventajas de ser un marginado” en España, estrenada en el 2012, la cual, nos cuenta la vida de Charlie un adolescente estadounidense de 15 años que está a puertas de iniciar su escuela secundaria. Mientras él va describiendo los sucesos por los que va atravesando a través de cartas para un amigo imaginario, nos iremos enterando que estuvo confinado en un hospital psiquiátrico a raiz de la ansiedad y depresión derivadas del suicidio reciente de su mejor amigo, episodios que, lamentablemente, suelen repetirse en su vida desde que perdió a su tía Helen, su persona favorita, cuando a penas era un niño de siete años.

Hoy no voy a centrarme por completo en la historia, dado que quiero enfocarme en el tema central del libro de la Dra. Marian, pero la próxima semana veremos con más detalle esta película; en todo caso, una parte de esta me permite poner atención en la importancia de las personas vitamina para la superación de momentos importantes y potencialmente traumáticos que pueden estar afectando nuestra vida.
En la historia, Charlie conoce a Patrick y a Sam, un par de hermanastros que están cursando su último año de secundaria, a punto de graduarse e ir a la Universidad y que además, deciden “adoptar” a Charlie dentro de su grupo de “marginados” una vez se enteran de lo sucedido con su mejor amigo. Pese a que en el grupo Charlie encontrará apoyo de más personas, es su relación con Patrick y con Sam la que tiene un mayor impacto en su vida y en el desarrollo de su autoconfianza, pues son estos dos personajes con quienes Charlie se siente a gusto desde el principio siendo él mismo, son personas que no le juzgan, lo invalidan, ni impiden sus expresiones o sus rarezas, al contrario, lo motivan constantemente a sentirse orgulloso de quien es, a darse cuenta que el mundo está lleno de pequeños momentos en los que es posible sentirse infinito, especialmente cuando te rodeas de personas que te aceptan tal cual eres.
La pureza de esta conexión es lo que permite a Charlie transformar su narrativa y empezar a describir su vida desde una óptica mucho más positiva y empoderante, porque Patrick y Sam, han pasado igualmente por momentos emocionalmente desgastantes y perturbadores, pero no permiten que su pasado los defina, se apoyan mutuamente cuando han caído, independientemente de cuantas veces sean y vuelven a levantarse, sintiendo la oportunidad de levantar a otros con su amistad.

Precisamente, las personas vitamina son aquellas que te empoderan, que te inspiran, que te ayudan a ser mejor cada día, con las que te sientes cómodo/a siendo tu mismo/a. Son aquellas con la capacidad de empatizar (y hasta llorar junto a ti) cuando algo o todo se destruye en tu vida y alegrarse inmensamente cuando consigues reconstruirte y renacer de las cenizas. De hecho, son ellas las primeras dispuestas a ayudarte a levantarte, apoyarte en tiempos de incertidumbre y celebrar tus logros como si fueran compartidos, más nunca se los atribuirán porque siguen siendo tuyos, pero tu felicidad también les llega como un eco amplificado.
Ser una persona vitamina es una labor social que, cada uno de nosotros, deberíamos adoptar en algún momento de nuestra historia de vida, para así volver a reconectar con nuestra bondad interior, porque en este mundo de locura se necesita el contrapeso de todas las personas buenas, honestas, comprometidas con las causas justas, para que lideren iluminando el camino que ayude a salir del vacío existencial a más y más personas. Ser luz, que atraviese la oscuridad. Ser luz, para iluminar la vida de otros, que a su vez se conviertan en luces para alguien más.
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¡Hasta pronto Freelover!
