Capítulo de Podcast · Reflexión

Una Familia al Instante y el desafío de cambiar el paradigma de la adopción

En esta oportunidad quiero traer el ejemplo de una película que puede llegar a sorprenderte una vez te animas a verla, pues pareciera ser la típica historia de humor para toda la familia, pero termina siendo una que te transforma los imaginarios sobre la adopción y que además te enseña acerca de los desafíos que significa convertirse en una familia adoptiva, tanto para padres como para hijos. En este caso, quiero hablar sobre “Una familia al instante” para exponer algunos de los elementos que deja en evidencia sobre la adopción y la necesidad que existe de cambiar el paradigma de este tipo de familias actualmente.

Para empezar, recordemos que las familias adoptivas son aquellas que han sido constituidas por padres e hijos que no comparten un parentesco sanguíneo y que tras un proceso jurídico terminan siendo reconocidas por la ley bajo todos los efectos de cualquier familia, esperando que en ellas se brinde una estabilidad emocional, se compartan principios y valores a menores de edad que han nacido de otros padres y que en su mayoría han sido puestos en el sistema para la restitución de sus derechos. 

Esta comedia dramática del 2018, dirigida por Sean Anders, nos presenta a Ellie y Pete Wagner, una pareja de esposos de aproximadamente 40 años, quienes han creado un negocio exitoso de remodelación de casas, dejando de lado el convertirse en padres hasta ese momento. Un día, mientras enseñan una casa que han comprado para remodelar como regalo para la hermana menor de Ellie (quien está buscando quedar en embarazo, realizando varios intentos de fecundación in vitro junto con su esposo), les hacen una broma sobre cómo ambos han renunciado a su idea de ser padres aunque hubieran podido hacerlo de la manera tradicional, esto impulsa a que Ellie y Pete se cuestionen sus elecciones de vida, dándose cuenta que les gustaría llegar a tener hijos, aunque les cuesta aceptar verse como padres muy mayores si empiezan en ese momento desde cero, por lo que buscan otras opciones.

Comienzan un proceso de adopción, que los lleva a conocer a otras parejas en situaciones diversas y a tomar cursos para prepararse para el momento en el que encuentren a esa tercera persona con la que esperan tener una “conexión cósmica” como la que tuvieron ambos desde el principio. Cuando finalmente se realiza el encuentro entre padres adoptantes y posibles hijos, pese a sus dudas iniciales, se decantan por la adopción de una adolescente de 15 años llamada Lizzie, quien capta su atención al desafiarlos en público. Sin embargo, luego descubren que la adopción de Lizzie está ligada a la de sus hermanos menores, Juan de 10 años y Lita de 6 años.

Con la confianza de una pareja que no cree que hayan desafíos insuperables, se deciden a comenzar el proceso de adopción de los tres menores, momento en el que se darán cuenta que convertirse en una familia plantea desafíos diarios, iniciando por el momento de luna de miel donde tanto los posibles padres como sus futuros hijos buscan mostrar su mejor faceta, para luego llegar al proceso en el que los menores se muestran desafiantes poniendo a prueba a estos adultos en los que aún no confían. Es en ese momento en el que la pareja se cuestiona si realmente quieren seguir con el proceso y se plantean muchas dudas y situaciones que los llevarán a que finalmente logren verse convertidos en los padres que estos tres niños necesitan, empezando a aceptarse entre sí.

En efecto, ver esta película te lleva a conocer de cerca un proceso que parece sencillo, falsamente se cree que lo difícil de la adopción es el trámite legal, cuando en realidad la complejidad recae en llegar a flexibilizarse y adaptarse al desafío que implica ser padres de unos menores de edad que llegan con una maleta de experiencias nada agradables y que lo único que están buscando es un espacio seguro en el cual poder vivir su niñez y adolescencia de la manera en la que otros pueden llegar a hacerlo, rodeados de amor, de personas que genuinamente se preocupan por su desarrollo y su educación, para volver a creer que el mundo es un lugar en el que se puede confiar en otras personas.

Es fundamental que la adopción no sea vista como una obra de caridad o como la manera más fácil de tener un hijo o una hija, ya que en realidad se trata de un proceso de encuentro entre dos o más seres que desean poder conformar una familia y que tienen derecho a llegar a sentirse incluidos y hacer parte de esta con todas sus particularidades, personalidades y vivencias. La adopción es un encuentro que genera desafíos y dudas a los adultos, que pueden asemejarse a los de los padres que no adoptan, pero que se acrecientan por las historias de vida con las que llegan estos menores de edad, ya que si bien, sus futuros padres adoptantes pueden ser “padres primerizos”, los menores no son “hijos primerizos” y necesitan que se venzan prejuicios en pro de brindarles la vida digna que se merecen.

Además de los esfuerzos que se hacen desde las entidades de gobierno existentes, encargadas de velar por los derechos de los niños, niñas y adolescentes en cada país, es necesario que más personas se apunten al desafío de conformar familias que no inicien sus historias desde cero, parejas agradecidas por tener hijos e hijas que les ayuden a aprender la tarea de ser padres desde sus necesidades individuales, de aprovechar ese corto periodo en el que dura su infancia y adolescencia, para moldear comportamientos más adecuados y adaptados a la sociedad y así brindarles herramientas que los lleven a desarrollarse como adultos funcionales más adelante.

Démosle una segunda oportunidad a la infancia y una oportunidad mayor a la adolescencia. Permitamos a estos hijos/as de la vida crecer en entornos seguros y desarrollar su potencial a través del afecto que perdura. No se necesita ser padres especiales o con superpoderes, tan solo se requieren personas que sean capaces de apreciar ese grandísimo potencial que cada ser humano tiene dentro de sí mismo. 

Si quieres escuchar más sobre esta reflexión te invito a hacerlo a través de Spotify o de YouTube y darme tu opinión.

¡Hasta pronto Freelover!

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